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Las herejías de los Adventistas del séptimo día.


Por Jafet Abello.

Pocas personas saben con exactitud porqué insistimos en llamar secta a los adventistas del séptimo día. En apariencia, son semejantes a nosotros, y si bien es cierto que en un gran número de doctrinas concordamos plenamente (la Trinidad, la divinidad de Jesucristo, etc.), sin embargo hay grandes diferencias que en este trabajo pretendemos sacar a luz, y refutar sus errores a la luz de las Sagradas Escrituras.

La palabra adventista se deriva del latín adventus, que da origen a la palabra advenimiento, palabra que guarda estrecha relación con la venida de Cristo.

Históricamente el inicio de esta secta está situado en 1840, con una errónea interpretación de Daniel 8: 14 del señor Guillermo Miller. El texto citado es el siguiente: "Y él dijo: Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado" (Dn 8:14). Miller pensó que este texto hablaba del retorno de Cristo para purificar su Iglesia: contó los “2300 días” como años, y éstos los sumó al año 457 A.c., de manera que concluyó que la segunda venida tendría lugar el año 1843; naturalmente la segunda venida de Cristo no se produjo, y su profecía resultó ser falsa. Posteriormente fecharon la segunda venida de Cristo para el 22 de Octubre de 1844, tampoco vino Cristo en esa fecha.
La Biblia dice en Deuteronomio 18: 20-22: "El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá. Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él."


Las doctrinas aberrantes de los Adventistas:

Con respecto a las doctrinas que hemos dicho, nos separan enormemente de los adventistas del séptimo día, debemos decir que principalmente son doctrinas “escatológicas” (doctrinas de ultratumba), la doctrina sabatista, y la doctrina que tiene relación con el origen y fin del mal.


1) La expiación de Cristo no ha sido completa:

Ellos sostienen que la expiación de nuestros pecados no ha sido efectuada aun:

"La sangre de Cristo, si bien fue para absolver al pecador arrepentido de la condenación de la ley, no fue para cancelar el pecado ... estará presente en el santuario hasta la expiación final". [Patriarcs and Prophets, p. 357].

"Mientras nuestro Sumo Sacerdote está haciendo expiación por nosotros, debemos procurar ser perfectos en Cristo". [The Great Controversy, p.623].

"... en lugar de venir a la tierra al final de los 2300 días en 1844, Cristo entró entonces en el lugar santísimo del santuario celestial para realizar la fase final de la expiación preparatoria de Su venida". [The Great Controversy, p. 422].


Los adventistas insisten en decir que, ante los garrafales errores de sus profecías falsas sobre la venida de Cristo, Cristo pasó del lugar santo al lugar santísimo –del tabernáculo- para efectuar “la purificación”. ¿Qué dice al respecto la Biblia? La Biblia declara que al morir en la cruz Jesús en la cruz dijo: ¡Consumado es! (Jn 19:30) Al declarar consumada la obra expiatoria, ¿puede alguien asegurar que aun no ha sido terminado el proceso redentor del Mesías? Una vez más la Biblia declara que la herejía adventista no tiene lugar en ella.


2. La expiación hecha por Satanás y Jesús:

Sus escritos declaran lo siguiente:

"Se ha visto también que si bien la ofrenda por el pecado señalaba hacia Cristo y su sacrificio, y el sumo sacerdote representaba a Cristo como mediador, el macho cabrío expiatorio tipificaba a Satán, el autor del pecado, sobre quien los pecados del verdadero penitente son finalmente cargados". [The Great Controversy, p. 422].

"Sus pecados son transferidos al originador del pecado." [Testimonies for the Church, vol. 5, p. 475].

Los adventistas enseñan que el macho cabrío para Azazel de Levítico 16:22-26 simboliza a Satanás, sobre quien todas nuestras iniquidades serán cargadas. Esto implicaría que Satanás al llevar nuestros pecados, sería algo así como nuestro redentor. Justo es decir que esa no es la forma en que los adventistas lo entienden, pero el malentendido surge de basar una doctrina sobre un simbolismo mal comprendido.

Primero, digamos que el significado de "Azazel" no es claro. Algunos dicen que significa "Satanás", pero otros afirman que debe ser traducido por "alejamiento", "remoción", o "enviado".

Segundo, el texto bíblico no dice que los pecados eran puestos en Azazel, sino en el macho cabrío que era para Azazel.

Tercero, la Biblia enseña que nuestros pecados fueron cargados en Cristo, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Is. 53:6; Jn. 1:29).


3. El Sábado:

Es bien conocido que los adventistas enseñan categóricamente la ordenanza mosaica de guardar el día sábado judío. Ellos señalan que:

"La institución divina del sábado será restaurada ... La entrega de este mensaje precipitará un conflicto que involucrará al mundo entero. La cuestión central será la obediencia a la ley de Dios y la observancia del sábado ... Aquellos que la rechacen, eventualmente recibirán la marca de la bestia." [SDA Believe ..., pp. 262-63].

En una de sus más reverenciadas obras, Elena de White escribió que la observancia del sábado sería "la línea de distinción" en la "prueba final" que separará a aquellos que en los últimos tiempos "recibirán el sello de Dios" y son salvos, de aquellos que "recibirán la marca de la bestia". [The Great Controversy, p. 605]

a) En Romanos 14:5-6; Gálatas 4: 9-11 y Colosenses 2:16, la Palabra de Dios expresa claramente que no se debe juzgar a nadie por los días que guarda.

b) Los cristianos no estamos bajo la carga de la ley mosaica. El Espíritu de Cristo nos hace aptos para hacer la voluntad de Dios sin estar sujetos a las demandas externas de la ley. Gálatas 5:1 dice: "Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud".

Es evidente que el guardar el día sábado es un aspecto esencialmente de la ley de Moisés, y que la iglesia Cristiana nada tiene que ver con ella. El concilio de Jerusalén (Hechos 15: 20) declara claramente que las únicas imposiciones que los gentiles (personas no judías) debían guardar era no fornicar, no ingerir sangre o ahogado, y no comer cosas sacrificadas a los ídolos. Además esto no tiene ninguna relación soteriológica (con la salvación del hombre) porque la Biblia dice: Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios (Ef. 2:8).


4.-El sueño del alma(después de la muerte).

Los Adventistas enseñan que la gente después de morir va a “dormir”. El error en que caen los adventistas al señalar que después de morir la gente se va a dormir es ridículo por decir lo menos. La Biblia claramente cuando habla de dormir se está refiriendo a la muerte. Jesús al referirse a la muerte de Lázaro dice (Jn 11:11) “Nuestro amigo Lázaro duerme mas voy para despertarle”. Los disípulos (como los ignorantes adventistas) dicen “si duerme, sanará” (v. 12); y el versículo 13 categóricamente señala que “Jesús decía esto de la muerte de Lázaro”…

Estos textos señalan claramente que la Biblia cuando habla de dormir se refiere a morir. Ahora bien, debemos hacer la siguiente aseveración: Cuando las escrituras hablan de la muerte, la implicancia de morir es doble: a) primero, es el fin (no de lka vida, porque la vida no acaba con la muerte) de una etapa de n uestra vida en que tenemos la oportunidad de recibir a Cristo como Salvador; b) es el paso de nuestra vida en la tierra a lo que teológicamente se conoce como el estado intermedio (esto porque es el estado en que esperamos la condenación eterna, o la gloria eterna . (Heb 9:27) este estado lo esperamos en el infierno o en el cielo. Debemos recordar que según las escrituras la muerte (hay tres tipos de muerte que no alcanzamos a discutir aquí) equivale a SEPARACION, separación del alma y el cuerpo, por ningún motivo a aniquilación, o a dormir, como hemos señalado. “Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio”, dice el libro de Eclesiastés 12:7. Es evidente que el término “volver” (el polvo a la tierra y el espíritu a Dios) señala enfáticamente que morir quiere decir separación del espíritu y el cuerpo.

Hemos dicho esto para decir ahora que en el estado intermedio cada persona espera su juicio, el que se hará efectivo ya sea en la primera o en la segunda resurrección dependiendo el caso de cada quien. La primera resurrección es para los justos, y la segunda par quienes están condenados. El estado intermedio es un estado “de espera al juicio”, podemos decir, donde la gente no está durmiendo, está ya en un estado prefijado de gloria o condenación. (véase Apocalipsis 20 5-6, y 11-15)


5.- Aniquilamiento de los impíos.

La doctrina diabólica de los adventistas señala que “Los pecadores y el pecado serán destruidos para no existir más”.

Esta es una de las mentiras más grandes que han inventado estos señores. La Biblia señala en Mateo 25:46: ‘E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.'" Es evidente que en este texto las escrituras señalan que ya sea a la vida eterna o al castigo eterno, a un lugar tenemos que ir a pasar nuestra eternidad: ¿dónde entonces está tal aniquilación?

"El erudito bíblico John Gerstner nos dice que 'se puede existir y no ser castigado, pero no es posible ser castigado y no existir. Aniquilación significa la destruccción de la existencia y todas las cosas que se refieren a la existencia, entre ellas, el castigo. La aniquilación elimina el castigo en vez de determinarlo.'"

"¿Cómo sabemos que el castigo aludido en Mateo 25:46 no representa una extinción del estado consciente o la aniquilación? Hay muchas evidencias. Por ejemplo: consideremos el hecho de que no hay grados de aniquilación. Una persona es aniquilada o no es aniquilada. Las Escrituras por el contrario, enseñan que habrá grados de castigo en el día del juicio (Mat. 10:15; 11:21-24; 16:27; Luc. 12:47-48; Jn. 15:22; Heb. 10:29; Apoc. 20:11-15; 22:12)."

Hermanos, estas son las principales doctrinas que nos separan de los adventistas, aunque tenemos que señalar que hay muchas doctrinas en que nos encontramos de acuerdo, no obstante estas doctrinas, aunque no muchas, nos separan grandemente en cuanto a la fe.

“Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema”.(Gál 1:8-9)

Las herejías de los Adventistas del séptimo día. Las herejías de los Adventistas del séptimo día. Reviewed by Trono de Gracia on junio 08, 2011 Rating: 5

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