En este libro deseo llamar la atención a un solo texto en la Escritura. El texto viene del Antiguo Testamento y formó parte del mensaje dado por Dios al profeta Ezequiel, para ser entregado al pueblo de Israel. Esto es lo que Dios le dijo:
“Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos; ¿Porqué moriréis, oh casa de Israel?”
(Ezequiel 33:11)
Todo lo que tengo que decir en este libro, está basado en estas palabras,
las cuales forman un resumen exacto del espíritu del evangelio cristiano.
Como respuesta le pido que haga tres cosas: Primero, lea este libro seria y
cuidadosamente. Segundo, mientras que lo lee, piense seriamente acerca
de lo que está leyendo. Pida a Dios que abra sus ojos para ver la verdad de
su Palabra, y que le conceda toda la ayuda necesaria para entenderla y obedecerla. Tercero, cuando esté convencido de su necesidad y del remedio
que Dios ha provisto, obedezca su llamamiento y vuélvase a El de todo
corazón.
Pudiera ser que muchos de los que lean las páginas de este libro sigan
igual como antes; descuidados, ignorantes, mundanos e impíos. Si así
sucede, entonces todo lo que puedo hacer es recordarles las palabras de
Cristo cuando dijo que son “pocos” (Mat.7:14) los que encuentran el camino
que conduce a la vida. Cuando usted haya leído estas páginas, habré
terminado con usted. Pero, a menos que sea convertido, el pecado no habrá terminado con usted, tampoco el diablo habrá terminado con usted, y mucho menos Dios habrá terminado con usted. Al contrario, usted será uno de
aquellos que serán: “Castigados de eterna perdición, excluidos de la
presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2Tes.1:9).
Escribo como uno que pronto estará en otro mundo y que sabe que pronto
usted también estará ahí. Si usted quiere encontrarse conmigo en la
presencia consoladora de nuestro Hacedor; si quiere ser recibido en la
gloria eterna de Dios y escapar de los tormentos eternos del infierno,
le ruego que escuche lo que Dios le está diciendo, obedezca su
llamamiento, vuélvase a El y viva. Si usted se rehusa, invoco a Dios como
testigo de que le advertí y de que usted será condenado, no debido a que
no fuera llamado a volverse y vivir, sino debido a que usted no quiso hacerlo.
Una Invitación a vivir - Richard Baxter
Reviewed by Trono de Gracia
on
octubre 05, 2009
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