Con horror hace algún tiempo observé un video donde un hermano entrevistaba a un "hermano" -de la- Metodista Pentecostal de Chile que defendía la homosexualidad diciendo que Dios es amor y que eso hacía excluyente cualquier tipo de crítica sobre quienes practican estos actos vergonzosos, según las escrituras.
Ese argumento insostenible es el que han levantado por años los llamados "homosexuales cristianos" y quienes son homosexuales y piensan que el cristianismo los debe defender.
Lamentamos informarles a todos quienes sustentan estos argumentos que están profundamente equivocados. Dios destruyó a Sodoma y Gomorra por su soberbia (según lo dice Ezequiel) y por lo que es más esandaloso, el pecado de la homosexualidad. La Biblia informa que estos hombres aun pretendieron violar a los ángeles que Dios envió para destruir la ciudad (es). Esto es corroborado por Pablo (Romanos 2), quien dice que estos sujetos, y otros, cometieron actos que son "contra la naturaleza". El argumento del Apóstol es fuerte e impresionante. Pablo no apela a sodoma y Gomorra como primer argumento. Pablo apela a la naturaleza humana, creada por Dios, que por sí sola anuncia el equívoco cometido por quienes dicen ser personas racionales e inteligentes. En otras palabras Pablo nos dice: ¿te das cuenta que la misma naturaleza de cada persona te enseña que el hombres es para la mujer y la mujer para el hombre y no de otra manera? Suponer que esa natural relación es de otra forma (homosexual) es caer en un equívoco y lo que es peor, es atentar severamente contra la norma divina expresada en la Ley.
Después de entendido esto, no me cabe en la cabeza que personas que se dicen ser cristianos, católicos o evangélicos, sustenten arbitraria y antibíblicamente aquella falacia de que Dios aprueba todo porque sencillamente él nos creó y somos su creación y que como un Padre bueno soporta y aprueba todo lo que hacemos. Pensar eso es pensar en que la Naturaleza Divina no considera aspectos tan relevantes y propios de Dios como es su santidad y justicia, atributos comunicables que también están presentes en nosotros, de manera imperfecta, y nociones que, por cierto, todos conservamos en nuestra conciencia moral.
Por eso es que sorprende que muchos llamados creyentes digan que el amor de Dios nos conmina a no decir nada, o sencillamente a que el amor de Dios todo lo tolera o aprueba: ¡eso es mentira!
Si cualquiera de ustedes quiere hablar sobre un tema de implicancia ética y moral necesariamente debe considerar las escrituras como pricipal fuente de aprobación o desaprobación. Y si quieres referirte a estos temas y te dices a ti mismo ser cristiano y tus parámetros no se sujetan a las escrituras. Es mejor, en ese caso, que dejes tu Biblia (que seguramente nunca has leído) y vivas como quieras, pero lejos del nombre santo de Dios y de su palabra, que vivas a tu antojo, sin ponerte el nombre de cristiano, sino el de pecador no arrepentido y de pecador voraz. Como dijo Moody: "la Biblia te mantendrá alejado del pecado o el pecado te mantendrá alejado de la Biblia".
Si quieres argumentar sobre este tema, hazlo desde las escrituras. Si lo vas a hacer a la luz de tu razonamiento, hazlo sin utilizar supuestos conceptos cristianos, porque, para tu sorpresa, esos conceptos que quieres disfrazar de cristisnos, no lo son. Son tus propios conceptos humanistas y carnales que utilizas para justificarte delante de Dios, y eso, es peor que el pecado que quieras ocultar ante los ojos divinos que no dan por inocente al culpable...
Sobre los homosexuales.
Reviewed by Anónimo
on
junio 27, 2011
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