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Francis Schaeffer - La Vida Cristiana Considerada como algo Interior

Por Francis Schaeffer
Extracto del libro "la verdadera espiritualidad" | www.tronodegracia.com 

La vida cristiana y la auténtica espiritualidad, no se deben considerar de ninguna manera como algo exterior, sino como algo interior. la culminación de los Diez Mandamientos está contenida en el décimo mandamiento en Éxodo 20:17: 
«No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada ni su buey, ni su asno, ni ninguna cosa alguna de tu prójimo». El mandamiento de no codiciar es algo absolutamente interior, la codicia, por su misma naturaleza, no puede ser algo exterior. No deja de ser intrigante que sea éste el último de los Diez Mandamientos que Dios nos da y que sea el eje de todos ellos. Lo que se intenta en todo esto es que lleguemos a una actitud interior y no solamente a una exterior. Realmente, tenemos que quebrantar primero este último mandamiento, no codiciar, antes de poder quebrantar cualquiera de los demás. Siempre que quebrantamos uno de los demás mandamientos de Dios, significa que hemos quebrantado este último también. De manera que sea cual fuere el mandamiento que quebrantes de los demás, quebrantas dos: el que quebrantaste propiamente, y éste de no codiciar. Este es el eje de la rueda.

En Romanos 7:7-9, Pablo afirma muy claramente que fue este mandamiento el que le hizo sentirse pecador: «¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás. Mas el pecado, tomando ocasión, por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto. Y sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí».

Ahora bien, Pablo no quería decir con esto que antes fuera perfecto; y esto queda claro con lo que digo. Lo que quiere decir es: «No sabía que yo era pecador; creía que lo hacía todo bien porque observaba estas cosas exteriores y me sentía bueno en comparación con los demás». Se había estado comparando con la observancia exterior de los mandamientos que tenían los judíos en su tradición. Pero cuando abrió los Diez Mandamientos y leyó que el décimo era no codiciar, descubrió que era pecador. ¿Cuándo ocurrió esto? No nos lo dice; pero yo personalmente creo que Dios estaba obrando interiormente en él y le iba haciendo sentir esta falta aun antes de su experiencia en el camino de Damasco, que ya se había dado cuenta que era pecador y que estaba angustiado por ello a la luz del décimo mandamiento, y luego Cristo le habló.

La codicia es el aspecto negativo de los mandamientos positivos: «Amarás a tu Señor Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y con toda tu mente ... Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mateo 22:37, 39).

El amor no es una cosa exterior sino interior. Puede haber manifestaciones exteriores, pero el amor en sí será siempre algo interior. Codiciar es siempre algo interior; la manifestación exterior es su resultado. Debemos entender que amar a Dios con todo el corazón, con toda la mente, con toda el alma es no codiciar contra Dios; y amar al hombre, amar al prójimo como a nosotros mismos es no codiciar contra el hombre. Cuando no amo al Señor como debo, estoy codiciando contra el Señor. Y cuando no amo a mi prójimo como debo, estoy codiciando contra él.

«No codiciarás» es el mandamiento interior que muestra al hombre que se cree moral la necesidad real de un Salvador. El promedio de los hombres «morales», que ha vivído comparándose a sí mismo con los demás, y ha tenido como punto de referencia una lista más bien fácíl de normas, (aun cuando le causen algún dolor y dificultad), como Pablo puede pensar que se comporta bien. Pero de pronto, al enfrentar su vida con el mandamiento interior de no codiciar, cae de rodillas. Es exactamente lo mismo que ocurre con nosotros como cristianos. Si queremos entender o practicar la verdadera vida cristiana o la auténtica espiritualidad, éste es un punto clave. Puedo tomar listas hechas por los hombres y puedo aparecer como buen observante de las mismas, pero para observarlas mi corazón no necesita doblegarse .. Pero cuando llego al aspecto interior de los Diez Mandamientos, cuando llego al aspecto interior de la ley del amor, por poco que preste atención a la dirección del Espíritu Santo, ya no puedo sentirme orgulloso por más tiempo. Caigo de rodillas. Jamás puedo decir durante esta vida: «He llegado; he terminado; miradme, soy santo». Al hablar de la vida cristiana o de la auténtica espiritualidad, al hablar de la libertad de las ataduras del pecado, debemos estar luchando con los problemas interiores de no codiciar contra Dios y los hombres, de amar a Dios y a los hombres, y no simplemente a un conjunto de exterioridades.
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Por Francis Schaeffer, extracto de libro "la verdadera espiritualidad" sección I, la ley y la ley del Amor | 1974 Logoi | www.tronodegracia.com
Francis Schaeffer - La Vida Cristiana Considerada como algo Interior Francis Schaeffer - La Vida Cristiana Considerada como algo Interior Reviewed by SAMUEL VASQUEZ on agosto 07, 2012 Rating: 5

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