Tomado de el libro "las grandes doctrinas de la biblia" Cap 95 Robert Charles Sproul.
La cuestión del divorcio se ha convertido en un tema urgente en una sociedad donde la incidencia de los divorcios ha alcanzado proporciones epidémicas. Debido a la proliferación radical de los divorcios y a los problemas legales y familiares que provoca, la ley se ha movido en la dirección de facilitar el proceso permitiendo el divorcio sin ninguna causal. Al convertirse el divorcio cada vez más fácil de obtener, el problema de su aceleración se exacerba. La Biblia no es tan superficial al tratar el divorcio. La enseñanza de Jesús sobre el tema está planteada en el contexto de un debate del primer siglo entre las escuelas rabínicas. Los liberales y los conservadores mantenían un largo desacuerdo sobre las bases legítimas para el divorcio. Jesús fue confrontado con el siguiente planteo:
Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es
lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Él,
respondiendo, le dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al
principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre
dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una
sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por
tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre (Mateo 19:3-6).
Observamos que cuando los fariseos le preguntaron a Jesús sobre la ley de divorcio liberal, Jesús inmediatamente los remitió a la Escritura y a la institución originaria de Dios para el matrimonio. Subrayó que el matrimonio está intencionado para durar toda la vida. Resaltó la unión entre el hombre y la mujer en una sola carne, unión que no puede ser disuelta por decretos humanos.
Solo Dios está autorizado para determinar los fundamentos para
disolver el matrimonio.
El debate continuó:
Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se
casa con la repudiada, adultera (Mateo 19:7-9).
Si analizamos en detalle la respuesta de Jesús, vemos que cuestionó la manera que los fariseos tenían de entender la ley del Antiguo Testamento. Moisés no había "ordenado" el divorcio sino que lo habíapermitido para casos especiales. (Moisés, por supuesto, era el vocero de Dios. Fue Dios quien permitió este desvío de su intención original por la presencia del pecado que violaba el matrimonio.) Jesús les recordó que hasta este permiso había sido dado solo por causa del pecado (la dureza de su corazón) y que por sí no anulaba la intención original del matrimonio. Jesús luego dio su pronunciamiento sobre el tema -prohibiendo el divorcio excepto por causa de inmoralidad sexual. Sus palabras enigmáticas sobre un segundo matrimonio y el adulterio deben ser entendidas en relación con los divorcios inválidos e ilegítimos. Si se permite el divorcio en los casos que Dios no lo permite, entonces la pareja sigue casada a los ojos de Dios. Por lo tanto, un segundo matrimonio entre dos personas ilegítimamente divorciadas constituiría una relación de adulterio.
Más adelante, como lo expresamos en el capítulo anterior, Pablo extendió el permiso del divorcio para el caso del creyente que había sido abandonado por el no cristiano (l Corintios 7: 1015).
La Confesión de Westminster resume este tema. Expresa lo siguiente:
En el caso del adulterio después del matrimonio, es legítimo que
la parte inocente solicite el divorcio; y que después del divorcio
pueda contraer nuevo matrimonio, como si la parte ofensora se
hubiese muerto... Aunque la corrupción del hombre puede ser tal
que proponga otros argumentos indebidos para romper los lazos
que Dios ha unido en el matrimonio; sin embargo, nada excepto
el adulterio, o el abandono voluntario que de ningún modo pueden
ser remediados por la iglesia, o el magistrado civil, es motivo
suficiente para disolver los lazos del matrimonio; por lo cual,
deberá cumplirse con un procedimiento público y ordenado; y las
personas involucradas no deberán ser dejadas libres a su voluntad,
y su discreción, para su propio caso
Resumen
1. La Biblia no suscribe el divorcio "sin ninguna causal".
2. Jesús repudió la posición liberal sostenida por los fariseos con respecto al divorcio.
3. Moisés permitió, pero no ordenó, el divorcio.
4. Jesús permitió el divorcio nara los casos de inmoralidad sexual.
5. Jesús enseñó que el matrimonio entre dos personas ilegítimamente divorciadas constituye adulterio.
6. Pablo agregó la deserción por parte del no creyente como otra causal para el divorcio.
Pasajes bíblicos para la reflexión
Mateo 5:31-32
Mateo 19:3-9
Romanos 7:1-3
1 Corintios 7:10-16
El Divorcio - R. C. Sproul
Reviewed by Anónimo
on
agosto 05, 2009
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Una pregunta mi hno Samuel.....
ResponderEliminaruna persona cristiana divorciada legitimamente (por adulterio de su conyugue) , puede volverse a casar con alguien??
Saludos Paco de los Reyes
Oye q buena pregunta... a mi me han preguntado pero la verdad, no se como contestar con bases biblicas..
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